La gota que ha colmado el vaso, y nunca mejor dicho, se produjo el pasado sábado durante el transcurso del encuentro entre el CB Zonzamas y el Ciudad de Puerto, correspondiente a la tercera jornada de la Liga Territorial Masculina de Balonmano. La lluvia que caía en San Bartolomé se filtraba por el techo y las paredes del Pabellón Municipal de Las Palmeras, poniendo en peligro la celebración del encuentro y la consiguiente imagen que daba el club a sus aficionados y a los jugadores del equipo rival.
El techo del Pabellón Municipal de Las Palmeras de San Bartolomé es un coladero, siendo por infinidad de zonas por las que se cuela el agua. Durante el partido se tuvieron que colocar cubos dentro de la cancha de juego y utilizar toallas para secar las zonas que se estaban mojando. Sin duda, un peligro para los jugadores que trataban de disputar un partido de la Territorial Masculina de Balonmano.
La falta de mantenimiento es evidente y parece que el Pabellón Municipal de Las Palmeras es el patito feo para los responsables del Ayuntamiento de San Bartolomé. Un gobierno que se encuentra ejecutando un plan de mejoras de las instalaciones deportivas del municipio, sin que se hayan tenido en cuenta las carencias que tiene el pabellón. Una instalación deportiva que alberga encuentros de categoría nacional y que a diario es usado por cientos de jóvenes del municipio.
El Ayuntamiento de San Bartolomé nos da a entender que es más necesaria la instalación de una visera en los dos campos de fútbol del municipio, que arreglar el maltrecho pabellón. Una instalación deportiva que se ha quedado obsoleta, con problemas de humedad en sus paredes y goteras cuando caen tres gotas en nuestra isla. Una situación que ya cansa a los dirigentes del CB Zonzamas, quienes encuentran más obstáculos de los habituales para trabajar en el fomento del deporte en el municipio de San Bartolomé.
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